miércoles, 15 de abril de 2020

Proyecto: Construyendo cercanías, “Escuchar con todo el cuerpo”. Seño Lu. Licenciada en Psicomotricidad


Continuidad pedagógica en tiempos de aislamiento social preventivo y obligatorio      
- Seguimos educando-Psicomotricidad -

Jardín maternal y de infantes Pasito a Paso

Proyecto: Construyendo cercanías, “Escuchar con todo el cuerpo”
(fundamentación)

Queridas familias, ¿cómo están? Llevamos ya muchos días de aislamiento y las resonancias en el cuerpo se van haciendo más presentes, los cambios estructurales a los que nos empuja esta situación requieren de nuestra flexibilidad, de nuestra paciencia, de nuestra creatividad. Valores que siempre estuvieron presentes en nuestros proyectos institucionales y hoy parecen cobrar más fuerza y más sentido.

Con este mensaje, dirigido a toda la comunidad del jardín, me gustaría proponerles que pensemos juntos la importancia y el valor de abrir canales de ESCUCHA. La información que consumimos, muchas veces de manera excesiva, entra a nuestros hogares sin pedir permiso, a través de las redes sociales las “palabras expertas” se cuelan por todos lados y ofrecen la receta mágica para “pasarla bien en casa”. Claro que todos queremos pasarla bien, pero no podemos dejar de tener en cuenta que estamos confinados, aislados, distanciados de seres queridos y a la vez compartiendo con otros el espacio de manera ininterrumpida, muchos estamos acomodándonos a las exigencias del teletrabajo, otros se quedan sin trabajo y encima ¡hay tarea del jardín!, ¡hay classroom de la escuela!!! Hacerle lugar al malestar es parte de este aprendizaje. Escuchar y escucharnos en nuestras preocupaciones y preguntas, en nuestros miedos e incertidumbres, sabiendo que es juntos, escuchándonos y acompañándonos que saldremos adelante entendiendo el valor incalculable de ser una comunidad.

 ¿Cómo están les niñes? ¿Cómo se sienten? ¿Qué les pasa? ¿Qué les gusta de estar en casa? ¿Qué extrañarán de antes? ¿Cómo escuchamos el malestar? ¿Cómo hacemos para acompañarlos en sus miedos o preocupaciones aún cuando todavía no aprendieron a transmitirlo con las palabras?  ¿Cómo escuchamos sus descubrimientos y aprendizajes?

¿Podemos usar el cuerpo para escuchar? ¿Cómo sería?

Oir no es escuchar, se oye con el oído, pero para escuchar se necesita de todo el cuerpo. ¿Podría ser escucha una respiración profunda, una mirada sostenida y serena? ¿Puede un sonrisa suave y sincera invitar al niño/a a expresarse? ¿cómo sería escuchar con la boca? ¿con los ojos? ¿con las manos? ¿se escucha con la postura? ¿con los gestos? ¿Se escucha un juego recurrente?

Disponer del cuerpo para la escucha es buscar permanecer en una actitud abierta y flexible, que reciba al mismo tiempo que “pida” el gesto, la palabra que es del otro y viene del otro. Escuchar, decimos los psicomotricistas, es una manifestación corporal, es hacer del silencio un espacio y tiempo de espera que de entrada al otro. El lugar de la escucha en una conversación, si bien requiere de una actitud de espera, no es pasivo, sino que es interactivo y demandante. 

Muchas veces, en diferentes situaciones, resulta necesario escuchar un grito, un llanto, una queja, para dejar llegar el gesto que expresa o la palabra que alivia. Gritar o llorar también se hace con todo el cuerpo y puede ser que ese “berrinche” que vemos sea una “descarga”, pero para que esa “descarga” realmente alivie ese grito o malestar tiene que ser escuchado por otro, recibido, tomado más que con la oreja. Esto nos da la posibilidad y, sobre todo, le da la posibilidad al niño/a, de que ese malestar no sea eyectado al infinito, sino que sea parte de un código de comunicación, código que le traerá el alivio en el entendimiento, en la conexión, en el encuentro con el otro. No es cuestión de rebotar un grito, es cuestión de tomarlo, suavizarlo, o simplemente, escucharlo y “darle lugar en nuestro pensamiento” (D. Calmels) .

En otros archivos van a ir recibiendo algunas propuestas simples para que construyamos cercanía a partir de la escucha activa hacia los niños, escuchar sus palabras, escuchar sus dibujos y escuchar sus juegos espontáneos.

¡Gracias por leer y participar, nos vemos pronto!
Lic. Lucia Cimmino
Psicomotricista

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