¡Hola Sala Celeste! ¿Están listos para jugar?
El
juego simbólico.
Para los niños, el juego es un asunto muy serio. A través de
esta actividad desarrollan muchas de sus destrezas y se van formando una imagen
del mundo. El juego simbólico es
particularmente importante pues se refiere a la capacidad del pequeño para
imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel de otras personas. Se
trata de una actividad en la que el niño pasa continuamente de lo real a lo imaginario.
A través de este juego el niño representa, de forma
simbólica, los roles y las situaciones del mundo que le rodea.
Generalmente el juego simbólico comienza a los dos años,
aunque depende mucho de la madurez psicológica de cada niño. Esta actividad aparece cuando el pequeño desarrolla la capacidad para
crear y trabajar mentalmente con los símbolos.
En un primer momento el niño se
limita a reproducir la vida cotidiana de los adultos, los cuentos que les leen
sus padres y los dibujos animados. De hecho, a los dos y tres años la visión del niño aún es muy
egocéntrica y prefiere jugar solo o con sus padres. Sin embargo, poco a poco, a medida que se consolida el
lenguaje, su imaginación y la capacidad de representación; va recreando escenarios
más complejos, frutos de su fantasía e incluye a otras personas en el juego.
Tres ideas para estimular el juego simbólico
Aunque el juego simbólico
es una actividad espontánea, los padres también pueden estimularlo.
1. Juega con tu hijo/a. Aprovecha cualquier ocasión y sumérgete en el mundo
de fantasía que ha creado tu hijo/a. Siéntate a tomar el té o juega a los
médicos. Disfruta de ese momento y ayúdale a aprender, intentando que la
situación sea lo más cercana posible a la realidad.
2. Asegúrate de que tenga juegos de roles. Tu hijo/a se sentirá más motivado si tiene elementos
que lo acercan a la realidad de la vida cotidiana, una cocinita equipada o un
kit de médico o ropas de los padres que ya no usen. De hecho, ni siquiera es
necesario que compres esos juegos, puedes confeccionarlos en casa o utilizar
los que tienes
3. Ayúdale a recrear personajes y
situaciones. Si tu hijo/a aún es
pequeño, es probable que tenga un repertorio limitado de situaciones y
personajes que puede imitar. Por eso, puedes proponerle nuevos personajes y
contextos con las que tu hijo/a se pueda identificar, que estimulen el juego
simbólico.
Les propongo una doble actividad de juego simbólico
que a la vez, resulta una actividad de “taller de cocina” para que jueguen e incentiven
a los niños/as a realizar estos juegos importantes para su desarrollo.
“Jugamos a ser panaderos”
Ofrecerle al niño un delantal de cocina, si tienen, o una remera o algún
accesorio que no sea de uso frecuente para el niño/a así resulta más atractivo.
La idea es jugar a sr panaderos y para eso les pasare la receta para
hacer pancitos de queso o “chipa” así forman parte de la preparación del
producto que luego pueden jugar a vender.
Ingredientes.
1/2 taza de agua
1/2 taza de leche
1/4 de taza de aceite de maíz/girasol
1 cucharada de sal
1 taza de harina o fécula de mandioca (se pueden
sustituir por 2 tazas de fécula de maicena)
1 huevo
150 gramos de queso rallado
Receta de chipá caseros
1-Primero pre calentás el horno a 180°.
2-Ponés a hervir el agua con la leche, la sal y el
aceite. Apenas empiece a hervir apagás el fuego y añadis la fécula de una, se
hace un engrudo tremendo pero vos seguí mezclando con una cuchara de madera.
3-Dejás que se enfrie un toque (podés pasar la mezcla
a un bowl si querés hacerlo más rápido) y le agregás el huevo.
4-Por último le añadís el queso, unis todo y
untandote un poco de aceite en las manos, empezás a hacer las bolitas.
5-Los ponés en una fuente para horno, dejando espacio
entre ellos porque crecen, y los horneás durante unos 20 o 25 minutos, o hasta
que los veas bien dorados.
6-Los dejás enfriar un toque y listo, ¡A disfrutar de la receta de chipa
caseros!
Luego de preparar los chipás y dejarlos enfriar, se le
puede ofrecer al niño una panera o canastita, y “hacer como sí” fuese el
vendedor de la Panadería. También es una manera de a prender a compartir con
los demás.
Aclaración: para jugar a ser panadero, no es necesario, si o si
preparar los chipa, los propuse porque es algo fácil y rico de hacer y servía
para luego continuar el juego simbólico, pero así también pueden hacer pan
casero, galletitas, o simplemente algo que ya tengan comprado en sus casas. Es
una manera de sumarle un poco mas de entusiasmo y diversión a estos días.
Les Mandamos Muchos Besos
Y esperemos que los panaderos de Sala Celeste hagan unos riquísimos Chipa.
Seños Cami y Vero.
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