viernes, 24 de abril de 2020

Sala de Lactantes.


¡Hola amigos y amigas de Sala amarilla! ¿Cómo les va?

Cada vez falta menos para volver a vernos… Lo importante es cuidarse para que todo esté bien el día de mañana.

Guerra (1982) plantea  que para que se produzca en los juegos de ocultamiento la presencia de un gesto espontáneo, es necesaria la espera, de manera habilitante para que gestualidad aparezca. Es durante esta espera que se cultiva la atención, la observación, el análisis, la distensión, la frustración, el controlar los impulsos, el respeto por el lugar del otro, los turnos y el “no”.

Entre las primeras acciones que son significadas con un rasgo pre-lúdico, se encuentra el  gesto que realiza el bebé cuando lleva su sabanita sobre su cabeza y queda tapado por ella. 

Esta acción ocasional, en muchos casos es estimulada por la madre, antes de que surja como hecho fortuito. Cuando el niño está oculto, el adulto acompaña el juego con la expresión: "¿dónde está el nene?", y cuando las miradas se encuentra concluye "¡acá está!".

 En su sentido más primario el niño se cubre para descubrir, inventar un espacio que lo separa visualmente del otro, a voluntad y dominio, inaugurando una temporalidad que no está enmarcada en una acción. (Calmels, 2007).

En esta oportunidad  les proponemos colgar y esparcir por el suelo todas las telas utilizadas y se agrega también una que puedan realizar con agujeros para que ustedes desde llamados y búsquedas incentiven a que el bebé espíe por los mismos, aparezcan y desaparezcan. 


Amigos y amigas volvemos a reencontrarnos el lunes por este espacio…
¿Pero que les parece si antes nos despedimos con una canción?

¿Están listos?


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