¡Hola a toda nuestra sala
amarilla!
Queremos contarles que durante la exploración del
cesto del tesoro la atención puede prolongarse hasta una hora o más.
Hay dos factores que subyacen aquí, y
resulta difícil determinar cuál de los dos es el que actúa en primer lugar, de hecho lo hacen ambos a la vez: la
curiosidad que le produce al bebé la diversidad de objetos que tiene a su alrededor y su deseo
de practicar su creciente habilidad de tomar posesión por sus propios medios de las cosas nuevas
y atractivas que están al alcance de su mano.
Junto a esto, cobra importancia la
confianza que inspira la presencia atenta del adulto, quien sostiene con su mirada la actividad autónoma
de los niños, aunque no asuma protagonismo
alguno.
En esta
ocasión y con música de fondo,
colocan en el suelo, junto a sus niños,
el cesto del tesoro pero que contenga solamente los elementos de madera
y metal como: cajas pequeñas, cucharones, chucharas, manojos de llaves,
coladores, broches de ropa, etc. Y dejen
que exploren libremente los distintos tipos de materiales.
Les mandamos un gran abrazo a la distancia.
Seños Georgi y Gaby.
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