¡Buenos días familias de sala
verde!
Hoy
queremos dejarles un cuento muy sencillo que compartimos en la sala, es “la
historia del gusanito y la señora lengua”, pueden dibujar con una lapicera el
gusanito en su dedo índice y en el del niño/a para contarlo.
A
continuación les dejamos la historia para que la lean y al final un video de
YouTube para que puedan ver previamente ustedes antes de contárselo a los
niños.
Esta es
la historia de un gusanito
que quería jugar con la señora lengua.
-La, la, lala, lalaralalala. Chau, codito.
La, la, lala, lalaralalala. Chau, hombrito.
La, la, lala, lalaralalala.
Y cuando llegó a la cabeza,
quiso ir a visitar a la señora Lengua.
Bajó por el ascensor, tocó el timbre
y se escondió detrás de una oreja.
La señora lengua abrió la puerta.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio. Le
voy a tocar el timbre de nuevo.
Y se escondió detrás de la otra oreja.
La señora lengua abrió la puerta.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio. Le
voy a tocar el timbre de nuevo.
Y se escondió debajo de la cola.
La señora lengua abrió la puerta con mucha fuerza.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta
con mucha fuerza.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio.
Y justo en ese momento la señora lengua
abrió la puerta. Y lo vio al gusanito y le dijo:
-Brbrbrbrbrbr.
-Ay, señora lengua, yo quería jugar con
usted, nada más.
Y como la señora lengua era muy buena, le dijo
que cuando él quiera puede ir a su casa
a jugar y a tomar la leche. Le dio un besito y cerró
la puerta, pero ya no con fuerza,
porque ya no estaba más enojada.
El gusanito se fue muy contento.
Subió por el ascensor y se fue cantando.
-La, la, lala, lalaralalala. Chau, hombrito.
La, la, lala, lalaralalala. Chau, codito.
Y me voy a dormir, lalala.
que quería jugar con la señora lengua.
-La, la, lala, lalaralalala. Chau, codito.
La, la, lala, lalaralalala. Chau, hombrito.
La, la, lala, lalaralalala.
Y cuando llegó a la cabeza,
quiso ir a visitar a la señora Lengua.
Bajó por el ascensor, tocó el timbre
y se escondió detrás de una oreja.
La señora lengua abrió la puerta.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio. Le
voy a tocar el timbre de nuevo.
Y se escondió detrás de la otra oreja.
La señora lengua abrió la puerta.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio. Le
voy a tocar el timbre de nuevo.
Y se escondió debajo de la cola.
La señora lengua abrió la puerta con mucha fuerza.
Miró para adelante, miró para arriba,
miró para abajó, miró para un costado,
miró para el otro.
Y como no vio a nadie cerró la puerta
con mucha fuerza.
-Jajajajaja! No me vio, no me vio, no me vio.
Y justo en ese momento la señora lengua
abrió la puerta. Y lo vio al gusanito y le dijo:
-Brbrbrbrbrbr.
-Ay, señora lengua, yo quería jugar con
usted, nada más.
Y como la señora lengua era muy buena, le dijo
que cuando él quiera puede ir a su casa
a jugar y a tomar la leche. Le dio un besito y cerró
la puerta, pero ya no con fuerza,
porque ya no estaba más enojada.
El gusanito se fue muy contento.
Subió por el ascensor y se fue cantando.
-La, la, lala, lalaralalala. Chau, hombrito.
La, la, lala, lalaralalala. Chau, codito.
Y me voy a dormir, lalala.
¡Esperamos
que lo disfruten en familia!
Un
abrazo.
Seños
Denu, Dai, Gise y Gabi.
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